No me dejes partir, viejo algarrobo… Levanta un cerco con tu sombra buena, átame a la raíz de tu silencio donde se torna pajaro mi tristeza. Si les cuento todo lo que conversé con éste encantador Sr., no terminaría nunca. Fue una mañana riquìsima en todos los sentidos. Cesar llego de Piura a Lima hace algunos…